TAMAÑO DE LA LETRA GRANDE El Sentido del YO

Es exuberante, comunicativo, tiene deseos y energías para proyectarse en el ambiente. Tienden a fijarse más en ellos mismos que en la realidad exterior. Interés mayor por lo global que por los detalles. Débil intensidad de la atención. Memorizan a grosso modo.
Escasa autocrítica y auto-rectificación por su enorme sentido del propio valor. Persona con rasgos narcisistas y pobreza introspectiva. Presuntuoso, supervaloración del propio modo de pensar, auto-referencialidad, tendencia a mostrar las propias dotes, necesidad de visibilidad, de evidenciar el propio trabajo. Sin embargo, reconducen su comportamiento por la necesidad de aprobación de los demás, sentirse querido y aceptado. Si los demás se lo niegan, se viene abajo. Pretende que le quieras que le aceptes. Obtienen gratificaciones a través del reconocimiento de los otros, como compensación a un sentimiento de inferioridad, resultando egocéntrico, pero también ingenuo.
Susceptibles y ampulosos en sus manifestaciones de cólera. Exigen de manera excesiva satisfacciones por las ofensas recibidas, ya sean imaginarias o reales. Les encanta mandar y ocupar altas posiciones, ser adulados, servidos, imponer su propia comodidad y hacerse notar donde estén. Complejo de superioridad. Sufren envidia por los éxitos ajenos. Gustos suntuosos, tendencia al lujo y a los gastos excesivos como arma de valoración exterior de la propia persona y de lo que le rodea (coche, casa, etc.), es decir, atracción por la apariencia.